Despertar - Parte 5

   El tintineo de la cucharilla del café dando vueltas en la taza tiene absorbido a Esteban, su mirada está perdida en la mesa intentando recordar lo pasado durante la noche, a veces le llegan imagenes rápidas sin ningún sentido que las recibe con un espasmo en la cabeza pero nada tiene sentido. Diana está en la habitación contigua hablando algo acelerada por el movil, Estaban intentó detener que hiciera esa llamada pero sabe que no puede discutir con ella y cuando se decide hacer algo no lo puede impedir.
   Al poco tiempo Diana cesa de hablar y entra de nuevo en la cocina.
   -Esta echo, esta tarde hablarás con un amigo mio, no es exactamente un psicologo pero sabe interpretar lo sueños, a mi me ha ayudado en alguna ocasión, sé que no son los mismos sueños pero es mejor que no hacer nada.
  Esteban la mira desconcertado, ha escuchado lo que le ha dicho sin ningún convencimiento, aún asi hará lo que le pida, así sabe que se quedará más tranquila, lentamente empieza a levantarse.
   - Voy a pegarme una ducha y ha cambiarme, espero que tengas razón y que ayude.

Despertar - Parte 4

   Diana se quedó atonita al ver heridas, se acercó lentamente y las palpó, Estaban mostró un gesto de dolor cuando lo hizo, Diana solo es dependienta pero sabe que son de verdad.
   - ¿Como puede...? ¿Como te has echo esto?
   - Te lo he dicho, son sueños, cada noche vivo algo distinto, una batalla, una caida de un edificio o un accidente de coche, siempre el resultado es el mismo, acabo muerto. Dicen que estas clases de sueños te hacen despertar antes de que suceda, pero no me pasa y me despierto después con marcas de lo que ha sucedido. No se que significa todo esto.
   Diana pega un pequeño suspiro y se apoya en la mesa de la cocina, mira hacia abajo buscando alguna explicación.
   - No... no sé que decirte, no sé que puede ser, has hablado con alguién, hay expertos en estas cosas, quizás ellos.
  - Sé que hay alguna razón para esto, no quiero a un loquero que me diga que estoy estresado o que estoy pasando por una etapa extraña, quiero solucionarlo pero no se como.
   - Esteban, a veces no puedes arreglar las cosas tu solo, buscaremos una solucion, debe haber algo que se pueda hacer.

El despertar - Parte 3

    El olor del cafe inundaba la cocina, un tazón de este amargo despertador estaba acompañado de un plato con tres bollos, cerca de estos, restos de pan de varios días distribuido por la mesa y algun cubierto. La cocina en sí estaba descuidada, una olla, vasos y platos sucios en la pila, dos bolsas de basura en un rincon, restos de cajas de pizza por todas partes. Diana soltó un suspiro al ver todo este desastre, Esteban solo se limitó a ofrecerle café.

   - "¿Cuanto tiempo piensas vivir así?"- Esteban se sentó en una silla y se rascó la nuca antes de contestarla.
   - "No lo se, es todo... intento todos las días al levantarme y reaccionar, pero me es imposible"- Esteban agacha la cabeza y aprieta su frente con su mano derecha - "pero, ya sabes, son... esos sueños"
    Diana se sienta al lado suyo y le coge de la mano - "He hablado con una amiga, conoce una psicologa muy buena y es epecialista en tratar casos de muerte de familiares. Ella te hará ver que esos sueños solo lo produce tu ansiedad, solo son sueños Esteban"
    Esteban se levanta tirando la silla al suelo y anda de un lado para otro con las manos en la cabeza como ido, Diana se levanta cuidadosamente sin perderle de vista.
   -"¡Solo son sueños!, ¡que solo son sueños!, ¡no sabes....!, ¡no tienes ni idea!, me despierto todos los días soñando que he muerto y en mi cuerpo aparecen heridas. ¡Mira!"- Esteban se levanta la camisa y enseña tres marcas de heridas de bala en el pecho. -"Hace una semana soñé que estaba en un pelotón de fusilamiento, me desperté en un charco de sangre. ¿Todavia crees que esto es de la ansiedad?"

Nunca sobran las palabras

Miro al cielo buscando
una imagen quizas conocida
una figura celeste oculta
entre nubes de tormenta

Un pensamiento vacio aparece
un escalofrio punzante
un sentimiento recurrente
una soledad aceptada

Pero aun tengo un residuo
un cierto calor en mi pecho
un recuerdo de un por que
me siento en este terraplen

Lo oigo ahora en susurros
traidos por vientos lejanos
formando dulces palabras
llenas de tristezas y alegrias

Palabras que me dan energia
palabras que roban lagrimas
palabras que son esperanza

Por eso repito en mi mente
que nunca sobran la palabras
pues necesito cada una de ellas

Fin

    La luz parpadea en mis ojos dejando manchas de color calido en el aire que desaparecen lentamente dejando otras mas intensas en su lugar, mis retinas parecen estar consumiendose poco a poco al tener tanto tiempo los parpados abiertos, es una visión hipnotica, no podría dejar de mirar aunque el dolor se hiciera insoportable y mis ojos se cegaran.
    Es precioso, como una danza delicada y frenetica, improvisandose en cada instante con una coordinación perfecta que se sincroniza con los latidos de mi corazón.
    Llevaba dos meses escondido, en cierta forma asustado o quizas arrepentido, mi cuerpo intentaba desvanecerse en un rincon de la casa mientras un gran cienpies recorria mi estomago, trepando por el exofago y poniendo sus huevos en mi garganta, ahogandome. Muchas veces intenté salir, a veces abria la puerta y olia un bello perfume que caminaba junto el aire, pero cada vez que ponia un pie fuera mi cuerpo parecia gangrenarse.
    Senti que mi vida estaba podrida, mi alma corrupta y mis dias terminados.
    Pero no se como, un día me levanté entre mi charco de lágrimas y como una marioneta fui al sotano, en él se encontraba los recuerdos de toda mi nueva vida, fotografias, videos, mechones, carne, sangre. En ese momento mi cabeza pareció ser atravesada por miles agujas, se torturaba por todo aquello que hice durante casi un año, supe lo que era el verdadero arrepentimiento y el dolor que debí a ver sufrido.
    Estas llamas representan un regreso, sabia que mi vida no tenia el camino correcto y el fuego purificará todos mis pecados, cometí el error de vivir el pasado una y otra vez sin pensar en el presente cuando solo este era él que me ofrecia la chispa adecuada. Por eso no volveré a buscar una tierna sonrisa como la de ella, ni un pelo sedoso como la de ella, ni siquiera esos ojos intensos esmeralda, solo buscaré el extasis del presente sin compararlo con el pasado, por que lo vivido solo es un recuerdo y el ahora es por lo que vives mañana.
    La adrenalina en mi sangre me hace extender los brazos y cerrar los ojos para sentir de una forma distinta este momento, colapsandose por todo el cuerpo, mi piel se excita por momentos y esto me crea una satisfacción plena al sentir el calor del fuego que simboliza la destrucción del pasado y al escuchar el chisporrotear de las llamas junto el grito de esa joven pelirroja que simboliza mi nuevo presente.

El despertar - Parte 2

   Unas paredes grisaceas encierran un salón sin vida, ni la cálida luz de la mañana consigue despertar un atisbo de color a la pequeña mesa redonda junto a la ventana, ni a la estrecha estanteria con unos volumenes de una enciclopedia desfasada en el tercer estante, ni al cuadro de "Saturno devorando a su hijo" de Goya en un lado de la habitación, un viejo sofá marrón brilla intermitente por una vieja televisión encendiada sintonizada en un canal perdido sin sonido, sucedido por una mesa de cristal sucia, llena de marcas de vasos y cenizas de un cenicero desbordado que todavia tiene un cigarro humeante. En el sofá se encuentra Estaban vestido solo con un viejo pijama, sentado, echado lijeramente hacia delante apoyandose sus brazos en las piernas, su mirada está fija al frente pero con los parpados medio cerrados y sus pupilas perdidas, la única muestra de vida está en su mano derecha que acaricia lentamente la mano izquierda con los dedos

   Un leve golpe de viento hace sisear el restante humo del cigarro seguido del sonido de la puerta de entrada al cerrarse, unos pasos se apresuran hacia el salón hasta llegar al lado de Esteban y este es zarandeado con fuerza, Esteban empieza a recuperar la vista, abria cada vez más los ojos intentando creerse lo que estaba viendo, conocia su pelo largo caoba, su piel clara, sus ojos marrones claros, sus labios suaves y rosados, su rostro que desprende belleza e inocencia, para Esteban es un angel, solo al estar a su lado le inundaba su cariño y se sentia un hombre totalmente distinto. Acerco su mano a la cara de ella y la toco suavemente con la yema de los dedos para cercionarse que era real, cuando se aseguró relajó su expresión y sonrió, seguido su voz formó un nombre en voz baja. - Diana-

Deseo

Mi mente agoniza, un vacio traba mi me cerebro bloquendo cualquier tipo de acción racional,mi frente suda al igual que mis manos, el resto del cuerpo tiembla como un cervatillo herido a punto de morir siento un frio que me recorre toda la espalda y llega combulsionadamente a las articulaciones, creando una sensación extraña de dolor sin dolor, de llanto sin pena, de que todo se derrumba a mi alrededor. Me encuentro sentado en medio de una oscuridad inmensa, no veo paredes pero se que estan ahi aprisionandome cada día mas, como un preso enjaulado en un sotano sin ventana ni puerta, solo altos muros que se pierden en un infinito de sufrimiento que parece que pronto se derrumbarán, dejandote sepultado sin aliento, sin vida, sin deseo.

Ha pasado mas de un mes y no encuentro a ninguna que sea perfecta, solo moscas vestidas con alas de mariposa que intentan mostrarse bellas al mundo mientras que en su interior intentan alimentarse de la basura de este infecto mundo, una falsa sensación de felicidad les rodea pensando que sus vidas estan completas, que han conseguido una plenitud satisfactoria, que todo esta bien como esta... todo es mentira... mentira... MENTIRA!!, yo he visto la verdadera luz, experimentado el verdadero placer, he probado la fruta prohibida. Lo que siento es tan indescriptible, es una sensación tan dolorosa como amada, tan apasionada como barbara, tan violenta como dulce, tan... tan maravillosa que el ni siquiera el Nirvana se podria acercar.

Pero estoy al límite de mis fuerzas, intento concentrarme, bajar el ritmo de mi corazón, acallar mi mente de sus gritos de deseo, olvidar los sollozos, respirar hondo, abrir los ojos, cojer mi cuchillo, salir de mi habitación, cruzar por el pasillo, atravesar el salón, llegar al recibidor, mirar el pomo de la puerta y con suma delicadeza acariciarlo antes de agarrarlo con fuerza y abrir la puerta para dejar entrar la luz cegadora del día, luz acompañada del calor, del aroma y de la ligera brisa de verano, brisa que transporta un aroma especial, embriagador, perfecto...