El despertar - Parte 3

    El olor del cafe inundaba la cocina, un tazón de este amargo despertador estaba acompañado de un plato con tres bollos, cerca de estos, restos de pan de varios días distribuido por la mesa y algun cubierto. La cocina en sí estaba descuidada, una olla, vasos y platos sucios en la pila, dos bolsas de basura en un rincon, restos de cajas de pizza por todas partes. Diana soltó un suspiro al ver todo este desastre, Esteban solo se limitó a ofrecerle café.

   - "¿Cuanto tiempo piensas vivir así?"- Esteban se sentó en una silla y se rascó la nuca antes de contestarla.
   - "No lo se, es todo... intento todos las días al levantarme y reaccionar, pero me es imposible"- Esteban agacha la cabeza y aprieta su frente con su mano derecha - "pero, ya sabes, son... esos sueños"
    Diana se sienta al lado suyo y le coge de la mano - "He hablado con una amiga, conoce una psicologa muy buena y es epecialista en tratar casos de muerte de familiares. Ella te hará ver que esos sueños solo lo produce tu ansiedad, solo son sueños Esteban"
    Esteban se levanta tirando la silla al suelo y anda de un lado para otro con las manos en la cabeza como ido, Diana se levanta cuidadosamente sin perderle de vista.
   -"¡Solo son sueños!, ¡que solo son sueños!, ¡no sabes....!, ¡no tienes ni idea!, me despierto todos los días soñando que he muerto y en mi cuerpo aparecen heridas. ¡Mira!"- Esteban se levanta la camisa y enseña tres marcas de heridas de bala en el pecho. -"Hace una semana soñé que estaba en un pelotón de fusilamiento, me desperté en un charco de sangre. ¿Todavia crees que esto es de la ansiedad?"

Nunca sobran las palabras

Miro al cielo buscando
una imagen quizas conocida
una figura celeste oculta
entre nubes de tormenta

Un pensamiento vacio aparece
un escalofrio punzante
un sentimiento recurrente
una soledad aceptada

Pero aun tengo un residuo
un cierto calor en mi pecho
un recuerdo de un por que
me siento en este terraplen

Lo oigo ahora en susurros
traidos por vientos lejanos
formando dulces palabras
llenas de tristezas y alegrias

Palabras que me dan energia
palabras que roban lagrimas
palabras que son esperanza

Por eso repito en mi mente
que nunca sobran la palabras
pues necesito cada una de ellas

Fin

    La luz parpadea en mis ojos dejando manchas de color calido en el aire que desaparecen lentamente dejando otras mas intensas en su lugar, mis retinas parecen estar consumiendose poco a poco al tener tanto tiempo los parpados abiertos, es una visión hipnotica, no podría dejar de mirar aunque el dolor se hiciera insoportable y mis ojos se cegaran.
    Es precioso, como una danza delicada y frenetica, improvisandose en cada instante con una coordinación perfecta que se sincroniza con los latidos de mi corazón.
    Llevaba dos meses escondido, en cierta forma asustado o quizas arrepentido, mi cuerpo intentaba desvanecerse en un rincon de la casa mientras un gran cienpies recorria mi estomago, trepando por el exofago y poniendo sus huevos en mi garganta, ahogandome. Muchas veces intenté salir, a veces abria la puerta y olia un bello perfume que caminaba junto el aire, pero cada vez que ponia un pie fuera mi cuerpo parecia gangrenarse.
    Senti que mi vida estaba podrida, mi alma corrupta y mis dias terminados.
    Pero no se como, un día me levanté entre mi charco de lágrimas y como una marioneta fui al sotano, en él se encontraba los recuerdos de toda mi nueva vida, fotografias, videos, mechones, carne, sangre. En ese momento mi cabeza pareció ser atravesada por miles agujas, se torturaba por todo aquello que hice durante casi un año, supe lo que era el verdadero arrepentimiento y el dolor que debí a ver sufrido.
    Estas llamas representan un regreso, sabia que mi vida no tenia el camino correcto y el fuego purificará todos mis pecados, cometí el error de vivir el pasado una y otra vez sin pensar en el presente cuando solo este era él que me ofrecia la chispa adecuada. Por eso no volveré a buscar una tierna sonrisa como la de ella, ni un pelo sedoso como la de ella, ni siquiera esos ojos intensos esmeralda, solo buscaré el extasis del presente sin compararlo con el pasado, por que lo vivido solo es un recuerdo y el ahora es por lo que vives mañana.
    La adrenalina en mi sangre me hace extender los brazos y cerrar los ojos para sentir de una forma distinta este momento, colapsandose por todo el cuerpo, mi piel se excita por momentos y esto me crea una satisfacción plena al sentir el calor del fuego que simboliza la destrucción del pasado y al escuchar el chisporrotear de las llamas junto el grito de esa joven pelirroja que simboliza mi nuevo presente.

El despertar - Parte 2

   Unas paredes grisaceas encierran un salón sin vida, ni la cálida luz de la mañana consigue despertar un atisbo de color a la pequeña mesa redonda junto a la ventana, ni a la estrecha estanteria con unos volumenes de una enciclopedia desfasada en el tercer estante, ni al cuadro de "Saturno devorando a su hijo" de Goya en un lado de la habitación, un viejo sofá marrón brilla intermitente por una vieja televisión encendiada sintonizada en un canal perdido sin sonido, sucedido por una mesa de cristal sucia, llena de marcas de vasos y cenizas de un cenicero desbordado que todavia tiene un cigarro humeante. En el sofá se encuentra Estaban vestido solo con un viejo pijama, sentado, echado lijeramente hacia delante apoyandose sus brazos en las piernas, su mirada está fija al frente pero con los parpados medio cerrados y sus pupilas perdidas, la única muestra de vida está en su mano derecha que acaricia lentamente la mano izquierda con los dedos

   Un leve golpe de viento hace sisear el restante humo del cigarro seguido del sonido de la puerta de entrada al cerrarse, unos pasos se apresuran hacia el salón hasta llegar al lado de Esteban y este es zarandeado con fuerza, Esteban empieza a recuperar la vista, abria cada vez más los ojos intentando creerse lo que estaba viendo, conocia su pelo largo caoba, su piel clara, sus ojos marrones claros, sus labios suaves y rosados, su rostro que desprende belleza e inocencia, para Esteban es un angel, solo al estar a su lado le inundaba su cariño y se sentia un hombre totalmente distinto. Acerco su mano a la cara de ella y la toco suavemente con la yema de los dedos para cercionarse que era real, cuando se aseguró relajó su expresión y sonrió, seguido su voz formó un nombre en voz baja. - Diana-

Deseo

Mi mente agoniza, un vacio traba mi me cerebro bloquendo cualquier tipo de acción racional,mi frente suda al igual que mis manos, el resto del cuerpo tiembla como un cervatillo herido a punto de morir siento un frio que me recorre toda la espalda y llega combulsionadamente a las articulaciones, creando una sensación extraña de dolor sin dolor, de llanto sin pena, de que todo se derrumba a mi alrededor. Me encuentro sentado en medio de una oscuridad inmensa, no veo paredes pero se que estan ahi aprisionandome cada día mas, como un preso enjaulado en un sotano sin ventana ni puerta, solo altos muros que se pierden en un infinito de sufrimiento que parece que pronto se derrumbarán, dejandote sepultado sin aliento, sin vida, sin deseo.

Ha pasado mas de un mes y no encuentro a ninguna que sea perfecta, solo moscas vestidas con alas de mariposa que intentan mostrarse bellas al mundo mientras que en su interior intentan alimentarse de la basura de este infecto mundo, una falsa sensación de felicidad les rodea pensando que sus vidas estan completas, que han conseguido una plenitud satisfactoria, que todo esta bien como esta... todo es mentira... mentira... MENTIRA!!, yo he visto la verdadera luz, experimentado el verdadero placer, he probado la fruta prohibida. Lo que siento es tan indescriptible, es una sensación tan dolorosa como amada, tan apasionada como barbara, tan violenta como dulce, tan... tan maravillosa que el ni siquiera el Nirvana se podria acercar.

Pero estoy al límite de mis fuerzas, intento concentrarme, bajar el ritmo de mi corazón, acallar mi mente de sus gritos de deseo, olvidar los sollozos, respirar hondo, abrir los ojos, cojer mi cuchillo, salir de mi habitación, cruzar por el pasillo, atravesar el salón, llegar al recibidor, mirar el pomo de la puerta y con suma delicadeza acariciarlo antes de agarrarlo con fuerza y abrir la puerta para dejar entrar la luz cegadora del día, luz acompañada del calor, del aroma y de la ligera brisa de verano, brisa que transporta un aroma especial, embriagador, perfecto...

El depertar - Parte 1

   La suave luz de la luna entra levemente por la ventana dejando ver una habitación desnuda, sin color en las paredes ni recuerdos que merezcan la pena recordar, los escasos muebles solo tenían lo imprescindible, algo de ropa colgada en un armario, un despertador en la mesita junto a una tímida lámpara, la ropa del día anterior se situaba en un extraño orden por el suelo de la habitación, cerca de ella un plato con algunos restos de carne, un vaso que despende un aroma a cerveza y un cenicero con un cigarro sin terminar apagado hace horas. Una gran cama de matrimonio sin cabecera ni pie se sitúa en el centro del escenario, las sabanas se tornan granate con la luz de la luna y ensombrece a la figura solitaria en el centro de ella, totalmente inmóvil duerme aparentemente apacible, como un niño después de jugar todo el día en el parque.
   Un sobresalto hace levantarse a al hombre dormido en su cama, su rostro muestra terror y parece que intenta gritar, pero ningún sonido sale de su boca, su corazón le palpita al borde del estallido, los ojos derraman lágrimas de dolor mientras las manos temblorosas palpan el abdomen buscando una herida que no existe, una pequeña hebra de sangre le gotea por el labio cuando cierra la boca, usa su mano derecha para limpiarsela y se queda observando hipnotizado por su color rojo oscuro durante unos segundos mientras el dolor del abdomen se calma poco a poco
    La bombilla del baño parpadea un momento antes de encenderse del todo, la luz blanca e intensa molesta después de la oscuridad al mirarse en el espejo, cuando se acostumbra a la nueva iluminación mira atentamente en el espejo, su cara está mas pálida y delgada que hace unos meses, el cansancio se muestra claramente en sus ojos y parece que le quedan pocas fuerzas. Tras unos segundos escupe restos de sangre al lavabo, después se apoya en él, fija su mirada en los ojos de su gemelo inverso con un tono algo desafiante y dice.
    - Joder Esteban, cuando vas a dejar de tener esos sueños.

Un pasado presente

Las puertas del metro se abren
y entro en un vagon abarrotado de soledad
lleno de rostros difuminados, tristes
con almas perdidas sin felicidad.

Cierro los ojos intentandome perder,
buscar un recuerdo agradable en el que pensar,
huyendo de todo para no querer ver
a aquello que llegué a odiar.

En ese momento todo se vuelve oscuro,
mi mente empieza a decaer en recuerdos,
fugaces imágenes de lo que he pasado.

Sonrisas partidas por el odio,
miradas evitadas por el dolor,
el tormento de un te quiero olvidado.

Entonces abro mis ojos y miro al frente
para verme reflejado en el cristal,
con un lagrima que se escurre lentamente
y un nudo que no me deja respirar,

sientiendo mi cuerpo inerte,
mi mente consumida por la soledad,
mi rostro difuminado, triste
y mi alma perdida sin felicidad.

El verdadero arte

      Percibo el olor del cloro mezclado con la hierba y el aroma de unas rosas cercanas, en estos momentos de serenidad, mis sentidos se afianan hasta captar el mas mínimo detalle de mi jardín, el movimiento suave y constante del agua de la piscina, el acariciar del viento a la hierba, un insecto perdido que vuela siseante hasta desaparecer de la vista por el brillo de la gran luna llena rodeada de jirones de nube que se pierden detrás del olmo, el leve aleteo de un pájaro que transnocha, el sonido de una soga pendulante al ritmo del movimiento del agua y un gorgojeo que lucha por un momento de libertad, hasta convertirse en un último suspiro de vida que desaparece a la vez que el insecto vuelve a aparecer siseante, buscando una luz calida donde sentirse a salvo de la fria noche, noche que lo engulle para no dejarlo libre nunca más.
      Dejo caer mi mano en la hierba y la acaricio al ritmo del sonido de la soga, me acomodo en el cesped lentamente, tranquilo y aliviado, como si hubiera arrancado una espina clavada en el lecho ungueal. Pongo la otra mano en mi pecho y cierro los ojos, recordando cada momento de la noche, en momento de su llegado, vestida con unos tacones altos que siguen a unas piernas interminables, cubiertas parcialmente por un largo vestido rojo que termina cerca de la clavicula y a mitad de su espalda, donde termina su pelo castaño ligeramente aclarado, perfectamente peinado dejando ver su cuello, suave y perfecto.
      Recuerdo también cuando salimos al jardín, sus ojos claros se clavaban en los mios buscando algo dentro de mi, su sonrisa se alargaba lentamente antes de besarme con sus esponjosos labios mientras yo acariciaba su tersa y fina piel blanquecina, notaba su calida y lenta respiración en mi mejilla a la vez que ella revolvia mi pelo y procuraba que no nos separasemos.
      Llegó a ser un momento eterno, casi único, mi alma se exaltó y pensaba que mi corazón iba a estallar en cualquier instante, un momento que debia ser perfecto para mantenerlo en mi memoria, un momento que necesitaba un extasis, el extasis de rodearle su precioso cuello con la soga, el extasis de arrastrarla mientras ella luchaba por quitarse la cuerda, el extasis lanzar la cuerda por la rama del arbol mientras ella cogia aliento, el extasis de izarla hasta que el reflejo de la luna chocara con su desnudo cuerpo y la hiciera brillar palidamente para llegar al culmen y encontrar la imagen de esta noche que recordaré toda mi vida, juntando en la misma escena todo aquello que mas quiero, la virtud, la belleza y la muerte.

Nueva vida.

      Ploc, ploc, ploc... escucho atentamente el goteo
incesante, ploc, ploc... lo sigo con mi mente repitiendolo
imnotizado como si no existiera otra cosa en este momento, solo
la gota roja deslizandose por el cuchillo, precipitandose
lentamente hacia el suelo y explotando al chocar contra el suelo
impegnado de sangre. Ploc... cierro los ojos para captar aun más
el sonido y convertirlo en una sinfonia especial, un Jazz
alborotado que se introduce por la piel excitando cada hebra de
pelo, llegando hasta los huesos mientras recorre freneticamente
todo mi cuerpo. Una sensación única, solo comparable al momento en
el que la carne se separara poco a poco para dejar introducir la
hoja afilada de mi cuchillo, sesgando tendones, cortando venas,
tocando órganos vitales, una y otra vez, creando una danza
irrepetible al son de la música de ese Jazz que se repite en mi
cerebro, acompañado de voz melódica y alentadora formada por los
gritos de dolor de mi victima.
      Salgo de mi hipnosis al cesar el goteo y la miro de nuevo,
no es tan bella como la anterior, ni siquiera se acerca al cielo
tanto como Ella, pero consigo calmar el peso que siento en mi
interior, una necesidad más fuerte que respirar o que el latir de
mi corazón, es una droga que deja tranquilo, haciendo desaparecer
la extraña sensación de vacio que he sentido siempre y me
convierte durante un tiempo en un hombre completo de nuevo.
Nunca antes pensé que fuera posible, pero en verdad a
través de la muerte he encontrado la vida.

Renacer

      Miro mis manos ensangrentadas temblando como si un frio punzante me estubiera recorriendo la espalda, observo alrededor perdido, sin saber donde fijar los ojos, buscando una solución que no existe, un por que que no encuentro, un alivio que no llega.
      Ella era perfecta, sus labios carnosos, sus mejillas suaves, sus cristalinos ojos verdosos, su pelo rizado, su tentador cuerpo... perfecta. Mi corazón se maravillaba con su belleza, mis ojos se cegaban con su esplendor y mi mente la deseaba mas por cada segundo que pasaba con ella.
      Dios liberame, liberame de este momento, siento como me comprimo por dentro, como mi mente esta a punto de explotar, me echo las manos a la cabeza y aprieto con intensidad buscando un dolor que acabe con todo, intentando que mis dedos entren en mi cerebro para arrancar el sufimiento con mis propias manos y se quede todo en silencio, silencio... silencio... ( )...
      Silencio, no hay nada a mi alrededor, solo oscuridad y un reflejo de mi, un fantasma inmovil en mitad vacio acurrucado en el suelo, con las manos recogiendo las piernas y la mirada fija al frente, solo con un estridente susurro que se repite una y otra vez, quebrando mi voluntad, destruyendo cada resto de pensamiento, quemandome mientras se hace mas intenso, destripando un parte de mi creandome un dolor tan intenso que solo puedo gritar de forma inhumana hasta que todo se rompe y llega la calma.
      Poco a poco vuelvo a ver color, el color rojo de la sangre del suelo que se mezcla con mis lagrimas, la sangre que mancha las paredes, mi ropa, mi cara, mis manos, sangre que procede de ella; era tan perfecta... ahora miro de nuevo su cuerpo inerte y veo su verdadera belleza, un angel que ha bajado a la tierra solo para saciarme, un don concedido por Dios. Toco su cuerpo frio, tenso, muerto y tiemblo como si un frio punzante me recorriera la espalda, entonces miro mis manos ensagrentadas y me pregunto por que, por que no lo hice antes.

Un deseo

Miro atrás, a mi pasado
buscando un inicio,
un momento olvidado,
un sueño roto.

Me encerré en soledad
acumulando solo tristeza,
hasta que solo pude explotar,
y simplemente me quedó llorar.

Siento que desaparezco,
que mi alma se retuerce,
ahogada por el miedo,
el miedo a la muerte,

Quiero apartarme del mundo
igual que se apartó de mi,
quiero oir mi corazón
que ya dejó de latir.

Ya no tengo lágrimas,
no queda felicidad,
ni siquera un risa,
solo soledad,

por que estoy vacio
sin tener un camino,
sin un sentimiento,
sin un recuerdo.

Encogido en una esquina
solo espero el olvido,
es lo único que me queda,
es mi deseo escrito.


Quiero apartarme del mundo
igual que se apartó de mi
quiero oir mi corazón
que ya dejó de latir

Irme lentamente sin rastro,
borrar mi nombre del mundo,
dejar un hueco vacio,
desaparecer mi cuerpo marchito,
olvidado...
simplemente olvidado.